En este artículo vamos a hablar de La Arquitectura Rural de Valencia, sus Alquerías, Masías y Barracas. Cada una con sus peculiaridades.

LA BARRACA, hasta principios del siglo XX era un tipo de vivienda muy habitual en el ámbito rural, sobre todo de la zona de la Huerta y la Albufera.

Construida con materiales muy rústicos: barro, cañas y paja. Debido a lo precario de los materiales, había que cambiar periódicamente algunos elementos, como la techumbre.

Es una construcción típica de las tierras de minifundio. En un espacio muy reducido se hacía la vida familiar. Solían tener en la parte superior un pequeño habitáculo, la andana que se utilizaba como almacén y en algunos casos para la cría del gusano de seda.

En cuanto al exterior, LAS BARRACAS tenían dos entradas: una orientada al norte y otra hacia el sur, habitualmente protegidas con hojas de parra. Y algo muy característico es que sobre el tejado y en ambos extremos se colocaba una cruz.

Esto se hacia para que sus propietarios, aún no siendo cristianos, así pudieran parecerlo frente a otros vecinos, evitando de esta manera represalias que a veces llegaban a quemar las viviendas si sospechaban que sus inquilinos no estaban debidamente bautizados. El tejado se construía a dos aguas y se observa una gran inclinación, lo que permitía un fácil desagüe.

La utilización de las barracas entró en decadencia a partir de los primeros años del siglo XX. Todavía quedan algunas en la Albufera de Valencia. Tanto el paisaje de este idílico lugar, como las barracas, inspiraron muchas de las novelas del escritor Vicente Blasco Ibáñez.

Alquería en Valencia
LA ALQUERIA es también una construcción de tipo rural, pero muy diferente de la barraca.

En principio el vocablo deriva del árabe “qaryah”; pueblo, caserío, donde por tanto no se trataba solamente de una vivienda, sino de una pequeña comunidad, muchas veces habitada por un mismo núcleo familar (primos, hermanos, etc). Todos compartían unos derechos comunes sobre la tierra. Esto está relacionado con el modo de organización de la población islámica, siglos VIII-XIII. Se trata de una casa de labor con finca agrícola.

Algunos pueblos de la huerta de Valencia tienen su origen en Alquerías musulmanas. 

LAS ALQUERÍAS eran propias de zonas de regadío y más habituales en una época en la que predominaban los latifundios. Las alquerías solían estar cerca de las acequias. Es a partir del siglo XV cuando la AlquerÍa evoluciona hacia un tipo de construcción palaciega, algunas veces dotada de un torreón.

La típica alquería valenciana es de planta rectangular, aunque hay algunas que tienen un trazado más complejo. En la planta baja se situaba el estudio-dormitorio principal, llar comedor y cocina con gran chimenea de campana. En la primera planta había otras estancias para huéspedes y también un piso superior, que era la andana donde se guardaban las cosechas. Por lo general había otras construcciones anexas, como molinos, hornos, graneros. 

Estos son algunos de los pueblos que tienen su origen en antiguas alquerías: Alquerías del Niño Perdido, Alquería del Duque (Gandia), La Rabossa (Almássera), La Roca (Meliana), Serra (Denia), La Vallesa (Sagunto).

En la ciudad de Valencia, el barrio de Campanar parte de alquerías musulmanas. En 1836 el pueblo se constituyó como municipio independiente y se anexionó a Valencia.

Otros barrios que tienen su origen en antiguas alquerías son: Patraix, Benimaclet, Rascanya.

Masía en Valencia
LAS MASÍAS Son viviendas construidas fuera de la ciudad, rodeadas de una amplia extensión de terreno dedicado a la explotación agraria y/o ganadera. Son por lo general construcciones de piedra, con muros sólidos de unos 30-50 cm de grosor. En algunas de ellas, las más ricas, los techos de las estancias principales se podían cubrir con bóvedas de crucería, aunque lo que predominaba eran las vigas de madera.

LA MASÍA es una de las viviendas más representativa de la Arquitectura Rural de Valencia, que adquiere más desarrollo a partir del siglo XV y viene a sustituir en algunas zonas a las alquerías tradicionales. La fachada principal solía estar orientada hacia el sur. En la planta baja estaba la cocina y dependencias agrícolas con aperos y demás utensilios de labranza. En la primera planta estaban los dormitorios y salón que ocupaba el centro y tenía balcón que se abría a la fachada principal.

Por último, en la segunda planta se solían disponer los desvanes o buhardillas donde se guardaban las cosechas y se almacenaba el grano para alimento de ganado.

Algunas masías, y sobre todo en el s XV – XVI podían tener torres adosadas, a modo de pequeña fortaleza para defenderse de posibles ataques. Hay que tener en cuenta que eran viviendas totalmente aisladas, y en esa época eran frecuentes los ataques de los piratas.

Tanto la Masía como las tierras eran heredadas por el hijo primogénito (siempre el varón), cuando contraia matrimonio. Entonces se instalaba en la Masía junto con sus padres y hermanos solteros.

Por lo general todos los hijos de la familia estaban implicados en las tareas agrícolas. Si alguno de ellos no quería ser labrador, se le enseñaba un oficio para que pudiera trabajar. En cuanto a las mujeres, realizaban las tareas domésticas y cuando se casaban aportaban el ajuar.

Estos 3 tipos de construcciones forman parte de la Arquitectura Rural de Valencia.

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