La Judería en Valencia. Se cree que fue a partir de la destrucción del Templo de Jerusalem en el año 70 d.C, cuando los judíos se empezaron a instalar en la zona oriental de la Península Ibérica. Eran sobre todo comerciantes y artesanos. Durante el período romano muchos se establecieron en Sagunto.

Con la llegada de los árabes comienza a formarse una pequeña comunidad judía en Valencia. Lo que podría considerarse como el origen de la Judería en Valencia.

La caída del Califato de Córdoba trajo la llegada de la mayor cantidad de judíos hacia Valencia.

En el momento de la Reconquista Valencia ya contaba con casi 200 familias judías.

Finalizada la Reconquista, el rey Jaime I les da tierras y casas. Incluso fomenta la llegada a Valencia de familias judías procedentes de otros lugares como Cataluña, Aragón, Francia.

Por una parte, necesitaba banqueros, mercaderes, buenos artesanos y profesionales de la medicina. Los judíos si en algo destacaron además de la banca, fue en el campo de la medicina.

Al irse ampliando la comunidad judía en Valencia, se configura un barrio, situado en la zona donde hoy está la Universidad antigua, calle del Mar, calle de la Paz. En aquella época la población judía representa un 7% del total de Valencia. La calle del Mar era el eje principal del barrio. Aquí se comienza a formar el barrio de la Judería en Valencia.

Se establecieron también en otras zonas del territorio valenciano: en Sagunto, Morella, Xativa.

Sin embargo, la convivencia con el resto de la población nunca fue fácil. Ya en los Fueros, los reyes establecieron una serie de normas, como la de que no podían vivir fuera de los límites de la judería. Eran obligados a vestir con algún distintivo que los diferenciara.

En tiempos de Pedro III (hijo y sucesor de Jaime I) y presionado por los nobles, temiendo demasiado poder de la comunidad judía, el Rey dicta una ley que prohíbe a cualquier judío ejercer ningún cargo público, ni tampoco recaudar o administrar impuestos.

El barrio judío tuvo su época de mayor esplendor hacia 1380. Se había rodeado de una pequeña muralla de protección. Tenía dos sinagogas, un zoco próximo a la plaza de Margarita de Valldaura, donde se encontraba toda la artesanía, orfebrería, textil.

Las carnicerías estaban en la calle del Mar. La judería tenía también su propio cementerio, se encontraba situado en la zona donde hoy está el Corte Inglés. El cementerio judío estaba próximo a una de las puertas de la muralla cristiana, era la conocida como puerta de los judíos, porque daba entrada al barrio. Hoy se pueden ver restos de esta puerta en la Plaza de los Pinazo, en el acceso a la estación del metro.

Tras la desaparición de la Judería en Valencia, en el lugar del cementerio se construyó el Convento de Santa Catalina de Siena (1490), derribado en 1970 para construir el edificio del Corte Inglés.

Todo acabó el año 1391, en que la judería fue asaltada. Se asesinaron un total de 200 judíos y el resto fueron bautizados por la fuerza. El hecho tuvo lugar un nueve de julio y al día siguiente el obispo de Valencia dedicó la Sinagoga Mayor a San Cristóbal. Supuso el final de la Judería en Valencia. Por esta razón las fiestas del barrio en honor a San Cristóbal se celebran el día 10 de julio en lugar del 25 del mismo mes como en otros lugares.

El asalto y destrucción de la judería fue el resultado de un clima de animadversión hacia ellos, fomentado por una parte por la Iglesia y también por personas influyentes de la época.

Se sucedieron una serie de reyes antijudíos: Fernando I, Alfonso V, Juan II. Finalmente, en el año 1492 se decreta la expulsión de los judíos. Entonces de las 34 comunidades judías que había tenido Valencia, solamente quedaban las de Sagunto y Xativa.

Se agudiza y recrudece la persecución de la Inquisición contra los judíos. Las condenas a muerte dictadas por la Inquisición normalmente eran ejecutadas en el patíbulo público situado en la Plaza del Mercado, enfrente de la Lonja. Posteriormente y antes de que empezaran a apestar, los cuerpos eran trasladados a las afueras de Valencia, zona Tabernes Blanques, a la casa de Carraixet, donde los colgaban de las horcas hasta que se pudrían. Una vez al año la Cofradía de los Desamparados recogía los restos que podían quedar por tierra y los enterraban.

Judíos ilustres fueron Luis Vives, nació en 1492 en una casa en la zona donde estuvo el zoco. La plaza de Margarita Valldaura está dedicada a la que fue su esposa. La familia de Luis Vives, a pesar de ser judíos conversos, fueron perseguidos por la Inquisición y condenados a morir en la hoguera. Por esta razón Luis Vives tuvo que marchar fuera de España, primero a París y luego a Brujas, donde se quedaría hasta el final de sus días.

Otro judío ilustre fue el doctor Luis Alcanys, nacido en Xativa, primer catedrático en Medicina de la Universidad de Valencia. También fue víctima de la Inquisición y murió en la hoguera.

Luis de Santángel, nació en Valencia en una familia de judíos conversos. Tuvo un puesto de relevancia al servicio del rey Fernando (El Católico), para quien trabajaba como escribano, lo que equivalía a llevar todas las cuentas de los empleados al servicio del rey. Estando en Sevilla, Luis conoce a Cristóbal Colón. Ante la negativa primera de los Reyes Católicos de financiar el proyecto de Colón, Luis se ofrece a avalarlo con un préstamo personal de 17.000 florines, para cubrir los gastos de la expedición de Colón. En el Archivo de Tesorería General de Aragón se conserva un documento en el que se detallan las condiciones del préstamo.

A la vuelta de Colón y ante el éxito de la expedición, Luis fue nombrado Consejero Real. Teniendo en cuenta que Luis era un judío converso y a fin de que no tuviera problemas con la Inquisición, los Reyes Católicos firmaron un documento a su favor, “estatuto de pureza de sangre”. Con esto quedaba totalmente protegido, tanto él como sus descendientes.

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