La Cerámica Valenciana tiene su origen en la riqueza de arcillas del suelo valenciano, que favoreció una abundante producción de cerámica desde los tiempos más remotos.

Desde las piezas que se moldeaban con los tornos de alfarero, hasta el colorido aportado por la utilización de diversos pigmentos minerales, como el cobalto, manganeso, cobre, etc.

Es indiscutible la huella de los árabes. Ellos aportan color a la cerámica valenciana con la utilización de minerales. Introdujeron también la técnica de la cerámica de reflejo metálico mezclando óxido de cobre y de plata.

La cerámica valenciana está arraigada especialmente en la zona de Manises.

Información sobre la visita guiada por la cerámica de Manises